Las empresas de Economía Social son un activo para la sociedad. Proporcionan empleo estable y de calidad, mejoran las condiciones sociales en los momentos en los que hay empleo y soluciones en tiempos de crisis.

Un modelo de empresa cuyo valor reside en tres dimensiones: local, social y empresarial. Porque es un modelo de empresa fuertemente vinculado con su entorno, donde desarrolla su actividad principal. Porque prioriza el factor trabajo sobre el factor capital, mostrando un compromiso total con la responsabilidad social, contribuyendo a la generación de puestos de trabajo estables, integrando a los colectivos más desfavorecidos y generando desarrollo económico donde se encuentran. Y por último, porque tienen una clara dimensión empresarial y económica que garantiza no sólo la eficacia sino la eficiencia de sus proyectos.

Un modelo empresarial que está respondiendo a una necesidad de cambio que la sociedad está demandando a todas las instancias, a los poderes públicos, a las empresas, a las organizaciones y a las personas.